Educar en la culpa
Este tipo de emoción es una herramienta de castigo heredada generación tras generación y a la que estamos tan acostumbrados que la ponemos en práctica a diario con nuestros hijos sin ni siquiera darnos cuenta. Sin embargo, la culpa impide el correcto desarrollo psicológico y emocional de los niños.
Entonces, ¿porqué NO debemos educar desde la culpa?
Esta emoción crea una idea de rechazo por parte de la familia o de la sociedad si no se comporta de la manera adecuada, provocando en él una idea de abandono. Además de crear sentimientos de miedo, ansiedad o depresión cuando se alarga esta educación con el tiempo, transformándose en una exigencia excesiva, junto con un autocastigo y una tristeza constante en el niño.
Por otro lado, hay niños que, al contrario de asumir culpa extrema, se niegan a aceptar cualquier tipo de error, derivándolo a su entorno, o a los demás, esto hace que el niño se vuelva inmaduro y no sea capaz de asumir responsabilidades a lo largo de su vida.
Esto causa una importante bajada de autoestima, donde el niño se verá con una valoración negativa de si mismo o tendrá una percepción de sentirse inadaptado dentro de la sociedad o de la familia.
- Volviéndose demasiado autoexigentes consigo mismos
- Hipersensible al miedo al rechazo
- Incapaces de defenderse de las agresiones externas
o por el contrario
- Individuos incapaces de asumir responsabilidades
- Que se niegan a disfrutar del momento
- Que no toleran la frustración
- Con baja capacidad para empatizar
- Conflictos con el entorno por el cual se sienten agredidos
La educación de la culpa se muestra como algo arcaico frente a la educación basada en la razón y la reflexión. Conocer algo en profundidad significar respetarlo. Por lo tanto este tipo de educación debe ser sustituida por la basada en el respeto; ya que la culpa nos bloquea y nos angustia; mientras que la responsabilidad nos ayuda a crecer, a reflexionar y a aprender.
¿Crees que has sido educad@ en la culpa?
¿Estás educando en la culpa?
Siempre estás a tiempo de cambiar.
Si necesitas ayuda, habla conmigo, soy especialista en Psicología Infantil.