¿Es todo felicidad?
¿Cómo diferenciar la alegría de la felicidad?
Alegría y felicidad, tan diferentes entre ellas y tantas veces confundidas. La primera, es una emoción temporal que aparece y desaparece tras algún suceso o pensamiento; la segunda, un estado interno que permanece con nosotros.
Pasamos la vida buscando la felicidad creyendo que se encuentra en pequeñas dosis de alegría, en el positivismo, en las cosas buenas que nos pasan… En cambio, solo la podemos encontrar cuando la entendemos como un estado paz interna, de calma, de equilibrio con nosotros mismos.
En la mayoría de los casos, al empezar una terapia la mayoría de la gente nos dice que lo que quiere es ser feliz, y en ello es en lo que trabajamos, en ver la realidad tal y como es, para así, poder estar en calma con nosotros mismos y poder realmente sentir la felicidad.
Normalmente, tendemos a pensar que la felicidad proviene de cosas externas como objetos materiales, una pareja, amigos, un puesto de trabajo, … y aun que todo esto nos puede traer momentos de alegría, no la podemos basar en ellos, sino en nosotros mismos.
Pero, ¿cómo encontrar la verdadera felicidad?
En primer lugar, siendo conscientes de lo que sí poseemos, pero no apreciamos; como la salud, la ausencia de sufrimiento, la fortaleza física, los momentos de alegría… si en este momento el sufrimiento nos ciega, podemos ser conscientes de algunos momentos de nuestra vida donde sí hemos sentido alegría y felicidad.
En segundo lugar, no huyas de tu sufrimiento, simplemente acéptalo, abrázalo y guíate hacia la felicidad.
También podemos alentarnos a encontrar la paz con nosotros mismos y la alegría en actividades como un paseo meditativo, la jardinería, una buena charla con un ser querido…
Y, por último, darnos cuenta de que la felicidad no es la ausencia de sufrimiento, sino que ambos pueden convivir y sin sufrimiento no existiría la felicidad, ya que también necesitamos sentir emociones desagradables que nos ayudan a sobrevivir, a enfrentarnos a nuestros miedos, a defendernos o a expresar nuestras pérdidas o momentos de tristeza.
Y nunca lo olvides, tu felicidad solo depende de ti.