El amor en tiempos de redes

Hoy en día las formas de comunicarnos han cambiado, han surgido diferentes tendencias muy relacionadas con las redes sociales, y aún siguen apareciendo nuevos términos para describir diferentes maneras de comportarse en las relaciones íntimas.

Vamos a ponernos en situación, imagina que estás hablando con una persona con la que ya has quedado varias veces, o lleváis hablando ya un tiempo, y en el momento que le hablas sobre quedar, desaparece y no vuelve a contestar. ¿Sabes con qué término se define esta técnica? Estaríamos hablando de ghosting.

¿Y si una persona te dice el siguiente comentario: “¡Guau! Estás guapísima para tu edad, nunca habría adivinado que tienes esos años.”? A esto se le llama negging, y consiste en lanzar un comentario negativo camuflado de piropo.

Cuando te “deja en el banquillo” o te conviertes en su “plan B”, te está haciendo benching. La actitud de quien hace benching es mantener a su “suplente” enganchado lanzándole mensajes en los que da a entender que aunque ahora no esté disponible en un futuro lo estará. Esto mantiene la esperanza en la otra persona, pero a la larga acaba alimentando las dudas y la dependencia.

Un término similar al anterior es el cushioning, ocurre cuando una persona que está en una relación se dedica a acumular números de teléfono de otras personas y amistades que le oculta a su pareja, y que pretende usar por si dicha relación se rompe. Sería algo parecido al típico  “un clavo saca a otro clavo”.

¿Y POR QUÉ OCURREN ESTE TIPO DE FENÓMENOS?

Lo cierto es que los motivos para llevarlo a cabo pueden ser muy diferentes. Sin embargo, este tipo de comportamientos suelen darse más frecuentemente en personas que evitan enfrentarse a las situaciones que pueden suponer un conflicto para ellos, como podría ser una ruptura o el tener que rechazar a alguien. Aunque hay quien diría que comportamientos así “ha habido toda la vida”, sólo que ahora hemos cambiado a una plataforma más cómoda para llevarlos a cabo.

¿QUÉ CONSECUENCIAS PUEDE TENER?

Las personas que sufren este tipo de comportamientos pueden sentirse abandonadas, rechazadas o despreciadas; siendo las posibles consecuencias psicológicas: pensamientos negativos, miedos, inseguridad, problemas de autoestima, síntomas de ansiedad… Desde el polo opuesto, la persona que practica este tipo de técnicas bien puede tener remordimientos y sentirse culpable, o bien incorporar estas prácticas como conductas habituales llevándolas a cabo con mayor frecuencia.

¿CÓMO AFRONTARLO?

Que nos ignoren no es plato de buen gusto para nadie, para evitar  repercusiones negativas es importante saber gestionar las emociones que acarrean estos sucesos. Lo primero sería comprender que el comportamiento de los demás no es nuestra responsabilidad, y si no quiere comunicarse contigo, es una pérdida de tiempo insistir o aferrarte a esa relación.

En definitiva, ya sabemos que todas estas técnicas están a la orden del día, por lo que no es raro que las hayamos sufrido o las hayamos realizado nosotros mismos.

Carolina Cutanda, José Luís Morro y Marta Serrano.

Psicólogos sanitarios en Proceso Terapéutico

 

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