¿EL VERANO ROMPE PAREJAS?
CLAUDIA SABATER, Psicóloga General Sanitaria
Durante el verano, las expectativas sociales sobre las relaciones se intensifican. La presión por tener unas vacaciones perfectas y disfrutar del tiempo libre puede generar tensiones en las parejas. La cultura del ocio y el romance idealizado puede llevar a desilusión cuando la realidad no coincide con estas expectativas. Esto puede resultar en sentimientos de insatisfacción, frustración y ansiedad, que impactan negativamente en la salud emocional de ambos miembros de la pareja.
Desde la psicología cognitivo-conductual, se entiende que las creencias y pensamientos sobre lo que debería ser una relación pueden influir en la percepción de la misma, llevando a una mayor insatisfacción y, en última instancia, a la ruptura.
POSIBLES MOTIVOS
Algunos motivos desde un punto de vista psicológico por lo que el verano puede influir en las relaciones incluyen:
-IDEALIZACIÓN EXCESIVA :
Las parejas pueden caer en la trampa de comparar su relación con ideales poco realistas, sobretodo hoy en día con la influencia de las redes sociales, lo que puede llevar a una desilusión cuando la realidad no cumple con esas expectativas.
– AUMENTO DE CONFLICTOS:
La convivencia constante puede intensificar desacuerdos previos, sacando a la luz problemas no resueltos.
-CAMBIO DE RUTINA E INCOMPATIBILIDAD DE PLANES:
Las vacaciones pueden alterar las rutinas diarias, lo que puede causar tensiones si las parejas no se adaptan bien a estos cambios. Las diferencias en cómo cada persona quiere pasar el verano (viajes, actividades, etc.) pueden resaltar incompatibilidades en la pareja.
– DESCONEXIÓN EMOCIONAL:
El estrés asociado a las vacaciones puede llevar a una desconexión entre los miembros de la pareja, fomentando sentimientos de soledad. El cambio en la rutina y el tiempo libre puede llevar a una desconexión emocional si no se gestionan adecuadamente las expectativas y necesidades de ambos.
– LA PRESIÓN DEL ENTORNO:
La presión de amigos o familiares para «disfrutar» del verano puede hacer que algunas personas reconsideren su relación si no se sienten felices. La presión social y las expectativas pueden generar ansiedad, lo que puede afectar la comunicación y la intimidad en la pareja.
-AUMENTO DEL ESTRÉS:
La planificación de vacaciones y actividades puede generar estrés, lo que a menudo afecta negativamente las relaciones.
-MAYOR EXPOSICIÓN SOCIAL:
Durante el verano, hay más eventos sociales y salidas, lo que puede llevar a comparaciones entre parejas y a caer en la tentación de buscar nuevas relaciones y cometer infidelidades.
-REFLEXIÓN PERSONAL:
Con el tiempo libre, algunas personas aprovechan para reflexionar sobre sus vidas y relaciones, lo que puede llevar a la decisión de terminar.
-BÚSQUEDA DE LIBERTAD:
Durante el verano, algunas personas anhelan libertad y diversión, lo que puede hacerles cuestionar si están listos para compromisos serios o si prefieren disfrutar de la soltería.
TIPS PARA FORTALECER TU RELACIÓN EN VERANO
– COMUNICACIÓN ABIERTA:
Fomentar un espacio seguro para hablar sobre expectativas y preocupaciones puede ayudar a prevenir malentendidos.
– ESTABLECER EXPECTATIVAS REALISTAS:
Reconocer que no todas las relaciones son perfectas y que los conflictos son normales puede aliviar la presión.
– PRACTICAR LA EMPATÍA:
Intentar entender la perspectiva del otro puede fortalecer la conexión emocional y reducir la tensión.
-ESTABLECER LÍMITES:
Reconocer cuándo es necesario tomar tiempo a solas o espaciar actividades juntos para evitar el agotamiento emocional.
-PLANIFICACIÓN CONJUNTA:
Involucrarse mutuamente en la planificación de actividades para asegurarse de que ambos disfruten del tiempo juntos. Hacer planes juntos: escapadas, cenas románticas, paseos por la playa…
– BUSCAR APOYO PROFESIONAL:
Tener ayuda psicológica siempre es beneficioso tanto individualmente como incluyendo terapia de pareja.
Desde la perspectiva terapéutica, es fundamental reconocer que las rupturas en verano pueden ser el resultado de una combinación de factores emocionales, sociales y psicológicos. Las expectativas poco realistas y la presión social pueden intensificar los conflictos existentes, llevando a las parejas a tomar decisiones impulsivas.
No obstante, también pueden ser una oportunidad para crecer y fortalecer la relación. Al abordar los problemas, se pueden identificar patrones negativos y trabajar activamente para cambiarlos. Las vacaciones pueden ser un momento de unión si se gestionan adecuadamente.
La clave está en la comunicación, hablar abierta y honestamente con tu pareja es la base de cualquier relación saludable.
Destacar que el compromiso no sólo se trata de estar juntos, sino de trabajar activamente en la relación. Esto implica esfuerzo, dedicación y voluntad para superar los desafíos.
Además es importante saber que las relaciones evolucionan con el tiempo. Es crucial adaptarse a las circunstancias cambiantes y estar dispuestos a crecer como pareja en lugar de aferrarse a una imagen idealizada del pasado.
También es imprescindible celebrar los logros de la pareja, por pequeños que sean, reconocer y apreciar los momentos buenos fortalecerá el vínculo.
En resumen, si os sentís estancad@s, o enfrentando dificultades, quizás es el momento de recurrir a ayuda profesional. La terapia puede ser una herramienta valiosa para resolver conflictos y mejorar la relación, sea verano o cualquier periodo del año.