Ansiedad
Carta de un paciente con ansiedad después de haber pasado por Proceso Terapéutico.
Basta, si tú, basta. Basta ya de engañarme de esa manera maliciosa. Me angustias de tal forma que me das miedo, pero hoy jueves noche voy a dar un paso más y va a ser hacia delante.
Has venido como siempre ansiedad, de manera inesperada, silenciosa y sin ningún motivo aparente. Me has acojonado en ese minuto en el que yo estaba trabajando tranquilamente, te has quedado por un momento y he sentido ese frío, la famosa INMOVILIZACIÓN y lo peor de todo EL DOLOR. Dolor mental, por llamarlo de alguna manera, ya no te quiero poner ni adjetivos porque me cansas.
No te mereces la atención a la que tantos momentos me has arrebatado. Hoy no, lo siento. Y lo siento por ti, no por mi. Porque creo que cada vez me hago más fuerte sin enfrentarme a ti. Te acepto tal como eres, maquiavélica y controladora. Tal mañana como hoy jueves he decidido que formes parte de mi vida aunque duelas. No voy a luchar para nada, si lo hago sales ganando por lo que vuelvo a repetirte que te acepto.
Convive conmigo, te dejo. No pasa nada, Estás (ansiedad) de alquiler en mi mente desde hace mucho tiempo, sin pagar ni una cuota como un simple “okupa”, jodiendo y mareando. Y aunque así lo quiera algún día no habré ganado o vencido, pero si habré vivido feliz como siempre lo he deseado. Sigue aquí, no te vayas, vamos a dormir juntos por primera vez, que no revueltos, pero que conste que es porque yo te lo permito y no porque tu vengas detrás mía como siempre.
Hoy lo haremos a mi manera. Ve acostumbrándote que esto acaba de empezar.